viernes, 30 de agosto de 2013

Sonríe.

Pelos de punta. Se acerca demasiado, demasiado... Pero ella pasa desapercibida, o lo intenta, con sus gafas pasta, su pelo mal arreglado y su sudadera. Mete las manos por dentro de las mangas y siente como su sangre viaja hasta su cara e inunda sus mejillas de un color rojo intenso. Pero ella no está dispuesta. NO. No lo va a volver a pasar mal, sus cicatrices ya están cerradas y no quiere una nueva. Se aparta caminando suavemente y mira al cielo en el que de entre las nubes se reflejan unos rayos de sol. Siempre sale el sol. Sonríe y aumenta su paso, decidida, pisando fuerte, ya no será el juguete de nadie. NO, está recuperada y no único que le sale ahora es... SONREIR.

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